Los factores
que han desencadenado en este comportamiento son muchos, pero es importante
entender que, directamente, la tasa de cambio sube por efecto del
comportamiento de la oferta, la demanda y la Tasa Representativa del Mercado
(TRM), que es la cantidad de pesos colombianos por un dólar de los Estados
Unidos.
Herman Dávila, docente de la Facultad de Negocios, Gestión y
Sostenibilidad del Politécnico Grancolombiano analiza este
comportamiento y sostuvo: “La moneda estadounidense no solo está subiendo en el
país, sino en buena parte de las economías emergentes. En el caso colombiano,
el valor impacta al panorama inflacionario que también se encuentra en alza”.
El docente
centra el alza, en gran medida, al temor de que estalle una recesión global en
el segundo semestre del año: “La incertidumbre ha venido creciendo por el alza
de las tasas de interés que la Reserva Federal de los Estados Unidos viene
realizando desde marzo, pero también por los recientes reportes que confirman
la debilidad en las principales economías”.
Y es que la
subida en la cotización del dólar tiene el potencial de impactar los precios de
los bienes importados, que hoy pesan al rededor del 15 % en la canasta familiar
de los colombianos. Así mismo, puede impactar en el sector de la construcción.
Por otro lado, según datos del DANE, las importaciones colombianas en abril del
2022 llegaron a 6.390 millones de dólares, lo que implica, desde el punto de
vista de la balanza comercial, que el panorama en Colombia no se ve tan amable
con un escenario de dólar alto, considerando que el país importa más bienes y
servicios que los que exporta.
También es
importante tener en cuenta que el alza del dólar impacta en el bolsillo de los
hogares colombianos que consumen bienes y servicios importados, como a los
sectores que dependen de las importaciones para poder operar, funcionar o
ejecutar proyectos, como es el caso del sector de la construcción, que entre el
16 % y el 20 % de sus insumos son importados, por lo que un alza del dólar
tiene el potencial de encarecer los proyectos, especialmente aquellos que aun
están en etapa de estructuración.
Por otra
parte, una subida del dólar va a implicar un mayor recaudo de tributos
asociados a las importaciones. Esto por supuesto representa mayores ingresos
para el Estado, pero a su vez, estas importaciones con mayores costos pueden
ser transferidos a los consumidores, como en el caso de los carros importados,
que muy seguramente van a subir de precio, afectando el consumo de aquellos
hogares que deseen adquirir vehículos.
También va a
afectar la inversión extranjera, porque, teniendo en cuenta la incertidumbre a
nivel global, las empresas extranjeras van a ser más cautelosas al momento de
invertir en el país, afectando de esta manera la generación de empleo en
Colombia. Y en la medida que no haya inversión extranjera, no va a haber
recaudo tributario e ingresos para el Estado colombiano.
“En este
orden de ideas, se requiere de unas medidas de choque importantes que permitan
estabilizar el dólar frente al contexto y la incertidumbre global, para evitar
que la deuda pública se encarezca, que los hogares pierdan capacidad de consumo
y que los bienes importados impacten a la inflación de precios en el país”,
concluyó el docente Dávila.
Fuente: Prensa POLI
Jefe de
Prensa
Ajuste de
contenido y diagramación: bersoahoy.co
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